¿Por qué se producen incendios de baterías y qué peligros suponen?
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Las baterías de iones de litio son potencialmente peligrosas debido al fenómeno de fuga térmica. Se trata de un aumento repentino de la temperatura y la presión en el interior de la celda, provocando la liberación de gases inflamables. Si la temperatura es lo suficientemente alta, estos gases pueden inflamarse, provocando un incendio difícil de controlar y emisiones de vapores tóxicos.
La fuga térmica de una batería de iones de litio libera una variedad de gases, incluidos óxidos de litio, dióxido de carbono, dióxido de azufre y fosgeno. Cada uno de estos gases tiene sus propias propiedades únicas que pueden amenazar la salud y la seguridad.
Los óxidos de litio son productos de oxidación del litio, que son peligrosos debido a su reactividad química. Pueden reaccionar con la humedad provocando riesgo de quemaduras químicas, y en contacto con el aire pueden generar mezclas altamente inflamables y explosivas. El dióxido de carbono (CO2) es un gas no inflamable, pero en altas concentraciones puede provocar dificultad para respirar, pérdida del conocimiento y, en casos extremos, incluso la muerte por asfixia. Su inhalación prolongada puede provocar diversos problemas de salud, como problemas circulatorios y respiratorios.
El dióxido de azufre (SO2) es un gas altamente irritante y tóxico que puede provocar graves problemas respiratorios, especialmente en personas con asma o enfermedad pulmonar obstructiva crónica.
Los fosgenos son particularmente peligrosos porque son gases altamente tóxicos que pueden dañar los pulmones o incluso provocar la muerte. Además, los fosgenos son potencialmente cancerígenos, lo que significa que la exposición prolongada o frecuente a estos gases puede aumentar el riesgo de cáncer.
Todo esto subraya lo peligroso que puede ser el mal manejo de las baterías de iones de litio y la importancia de seguir los procedimientos de seguridad adecuados.
Según los expertos que hablaron con TechCrunch, el mayor riesgo de incendios es especialmente cierto para las baterías baratas y las bicicletas eléctricas, a menudo importadas de China. Según Leo Raudys, director de Call2Recycle, una organización de reciclaje de baterías, el bajo precio se debe a menudo al ahorro en el proceso de fabricación. El uso de materiales inferiores y saltarse ciertos pasos en el proceso puede provocar defectos como celdas abultadas o agrietadas, lo que a su vez crea el riesgo de fuga térmica.
R audys subraya que "obtenemos lo que pagamos". El bajo precio de una batería a menudo significa que la producción se ha acelerado al saltarse ciertos pasos del proceso.
Un ejemplo de ciudad donde el problema de los incendios de baterías es especialmente grave es Nueva York. Los repartidores de comida en bicicletas eléctricas suelen comprar bicicletas baratas en línea o de segunda mano para hacer su trabajo. Estas bicicletas se utilizan mucho: los repartidores pueden viajar hasta 100 millas por día. Cualquier colisión, caída o daño a la batería aumenta el riesgo de que explote. Es especialmente peligroso dejar una batería de este tipo cargándose durante la noche, lo que puede provocar un sobrecalentamiento y una ignición.
G eorge Kerchner, de la Asociación de Baterías Recargables, señala que incluso las baterías de alta calidad pueden suponer un riesgo de incendio si se dañan. Los intentos de reparación o modificación propia pueden afectar negativamente las características de seguridad que el fabricante ha incorporado a la batería.
Actualmente nos enfrentamos al desafío de la falta de métodos eficaces para contrarrestar los incendios de baterías de iones de litio en entornos domésticos. Los agentes extintores típicos, como extintores de polvo, dióxido de carbono o agua, no pueden extinguir un incendio de este tipo ni inhibir la fuga térmica.
Ante estas dificultades, una solución disponible que puede reducir al menos parcialmente el riesgo son las cubiertas contra incendios especializadas para bicicletas y scooters eléctricos, como las producidas por E-WESTA. El uso de este tipo de protección tiene dos propósitos clave.
En primer lugar, la cubierta restringe el desarrollo de llamas a su interior, lo que ayuda a minimizar el desarrollo de un incendio. En segundo lugar, la cubierta actúa como un ambiente amortiguador ante una posible explosión. En lugar de permitir que los gases del fuego llenen la habitación en cantidades que podrían causar una explosión, la cubierta permite que estos gases se enciendan dentro de su interior, limitando la formación de una atmósfera explosiva.
Sin embargo, cabe señalar que incluso con el uso de una funda, no conseguimos detener por completo la liberación de productos tóxicos de la combustión. Las cubiertas contra incendios están especialmente diseñadas para permitir la liberación controlada de gases de incendio, lo que ayuda a evitar que la cubierta explote.
Dicho esto , vale la pena tener en cuenta que una cubierta contra incendios es sólo una medida de seguridad y no una solución universal al problema. Esta es un área que requiere más investigación y desarrollo, y en esta etapa todavía no existe una solución global que pueda abordar eficazmente este desafío. Algunos científicos e ingenieros de todo el mundo trabajan constantemente para desarrollar métodos efectivos para extinguir incendios de baterías de iones de litio, pero hasta ahora sigue siendo un área llena de incógnitas y desconocidos.